Público Amnistía Internacional
Llamamiento de Amnistía Internacional al Gobierno de Nicaragua
(17 de mayo de 2006)
"Nuestras vidas como lesbianas o transgéneros, como bisexuales o gays, no son vidas de segunda categoría. Tampoco lo son nuestros derechos ni lo es nuestra dignidad". (1)
Señor Presidente:
De nuestra mayor consideración,
Amnistía Internacional(2)se dirige a Usted a fin de expresarle su honda preocupación por la vigencia del artículo 204 del Código Penal Nicaragüense. Dicho artículo criminaliza las relaciones sexuales consentidas entre personas adultas del mismo sexo. Esta disposición es única en los países de habla hispana, tras las recientes reformas en Chile, Ecuador y Puerto Rico. Asimismo, otros países del continente, como los Estados Unidos de América, han derogado recientemente sus leyes de sodomía.
La singularidad única del Código Penal Nicaragüense contrasta no sólo con los países de su entorno, sino también con los criterios internacionales de derechos humanos. Desde 1994, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas reconoce que las leyes de sodomía suponen una clara violación del derecho a la igualdad y a la intimidad que asiste a todas las personas. Asimismo, la vigencia del artículo 204, contraviene el Pacto Internacional por los Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Ante todo lo expuesto, las mujeres, los varones y las y los jóvenes que integramos Amnistía Internacional transmitimos a Usted nuestra preocupación por las violaciones a los derechos humanos producidas por la vigencia del artículo 204 y solicitamos tenga bien arbitrar los medios necesarios y lícitos para que la Asamblea Nacional de Nicaragua considere, y resuelva, la necesidad imperiosa de derogar esta legislación.
Atentamente,
Amnistía Internacional
[1] Alejandra Sardá. IGLHRC, 23-06-2005.
[2] Amnistía Internacional es un movimiento con más de 1.800.000 miembros en alrededor de 150 países de todo el mundo, que trabaja en favor de la observancia de los derechos fundamentales enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros instrumentos conexos. Es independiente de todo gobierno o grupo de gobiernos, ideología política, interés económico y creencia religiosa. Su único fin es asegurarse de que los derechos humanos se protegen y se observan de manera efectiva.