Monday, May 28, 2007

Declaran culpables a los asesinos de Aura Rosa

Cornisa: Rompiendo el silencio
Antetítulo: Declaran culpables a los asesinos de Aura Rosa
Título: Las lesbianas tienen derecho a la vida

Por primera vez en la historia de Nicaragua, un jurado de conciencia declaró culpables a los asesinos de una muchacha lesbiana, después de comprobar durante el juicio que la opción sexual de la víctima había sido el motivo del crimen.

En junio de este año, en el juzgado de Masatepe, un jurado de conciencia declaró culpables a tres personas –dos varones y una mujer– implicadas en la muerte de Aura Rosa Pavón, de 26 años, asesinada a finales del año pasado.

Ciertamente no es la primera vez en la historia de Nicaragua que una persona lesbiana o homosexual es asesinada porque alguien no aprueba su opción sexual, pero sí es la primera vez que se puede interpretar el dictamen de la jueza y del jurado como una clara afirmación de que la opción sexual de una persona NO es motivo ni justificación de un acto de violencia, mucho menos de un asesinato.

Lo importante de este caso para Nicaragua es que reivindica el derecho de las lesbianas y de los homosexuales a la vida. También refuerza la convicción de que la preferencia sexual no justifica la violencia contra las personas y que todas y todos debemos ser iguales ante la Ley.

Una larga historia de discriminación

Aura Rosa Pavón era una muchacha de Niquinohomo, que se ganaba la vida criando cerdos y gallinas. Desde joven sufrió la discriminación en su barrio, porque nunca trató de esconder su opción sexual. Incluso, un vecino le echó un camión encima sólo porque era lesbiana. Después de ese accidente ella quedó con problemas en una pierna.

Aura Rosa sostenía una relación amorosa con Karla, otra joven del pueblo. Se dice que Melba Rosa Muñoz Gutiérrez, la mamá de Karla, intentó de mil maneras separarlas para casar a su hija con el cafetalero Daniel Norori Tapia. Entre otras cosas, Melba acusó a Aura Rosa de haberse llevado a Karla, y la mandó a capturar. Se le aplicó el artículo 204 del Código Penal, que injustamente castiga con prisión las relaciones lésbicas y homosexuales.

En números anteriores de La Boletina hemos analizado lo injusto e inconstitucional de este artículo. Primero que nada, es contrario al principio de que todas y todos somos iguales ante la Ley. Además, las leyes no tienen por qué meterse en la vida de las personas cuando éstas deciden tener relaciones amorosas por mutuo consentimiento.

Para hacer peor la cosa, mientras Aura Rosa estuvo encarcelada, la pusieron en la celda de los varones, donde fue tratada con burla y desprecio. Al darse cuenta de aquella situación, las mujeres de la Comisión Pro Derechos Humanos de Lesbianas y Homosexuales y la revista “Humanas”, en conjunto con las representantes del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), lograron la libertad de la muchacha.

Cuando Aura Rosa salió de la cárcel, ella y Karla continuaron viéndose a escondidas, porque la familia de Karla estaba en contra de aquella relación. El 25 de diciembre de 1999 Aura Rosa fue asesinada. Según se supo durante el juicio, Félix Garay Velásquez le llevó una carta que supuestamente había escrito Karla, citando a Aura Rosa en un lugar apartado.
La joven llegó al lugar señalado. Allí la mataron de dos disparos en la sien y tiraron el cuerpo en una letrina. El cadáver de Aura Rosa fue encontrado por pura casualidad.

Cuando la policía comenzó a investigar el caso, fue difícil encontrar pruebas directas pero las declaraciones de los testigos inculparon a Daniel Norori Tapia, Melba Rosa Muñoz Gutiérrez y Félix Garay Velázquez, como los responsables de la muerte de Aura Rosa.

Ser lesbiana no es un crimen

Cuando las mujeres de la Comisión Pro Derechos Humanos de Lesbianas y Homosexuales se enteraron de la trágica muerte de Aura Rosa, se contactaron con la Red de Mujeres contra la Violencia solicitando su ayuda. Como resultado de esta coordinación de esfuerzos, la doctora Juanita Jiménez, abogada de la Comisión Jurídica de la Red, se hizo cargo del caso.

Los abogados defensores de las personas acusadas trataron de usar la opción sexual de Aura Rosa como un argumento contra la víctima, como si ser lesbiana fuera una razón para matarla. Cada vez que mencionaban a la asesinada, la llamaban “cochona” y señalaban que cualquiera podía haberla matado porque, según ellos, era una “pervertida” y todo mundo la despreciaba. Sacaron a relucir a cada rato el lesbianismo de Aura Rosa porque pensaban que los prejuicios contra las lesbianas harían que el jurado dejara libres a los inculpados.

El argumento principal que Juanita usó para convencer al jurado fue el derecho a la vida que tenemos todas las personas sin excepción, independientemente de nuestra opción sexual. Señaló que los defensores de los acusados dejaban entender que la vida de una lesbiana vale menos que la vida de una persona heterosexual. La abogada de la Red de Mujeres contra la Violencia insistió en que la opción sexual de la persona no puede servir de justificación para agredir a una persona y mucho menos para matarla. La vida de una lesbiana es tan valiosa como la vida de una persona heterosexual.

Una victoria para los derechos humanos

El día del juicio más de 200 mujeres y jóvenes se hicieron presenten en el juzgado de Masatepe, para demostrar solidaridad y exigir justicia para el asesinato de Aura Rosa. Esta manifestación demostró al jurado que en Nicaragua hay gente que respeta y defiende los derechos humanos de todas las personas y está clara de que la opción sexual de alguien no le quita su derecho a la vida.

Al final, el jurado consideró que el elemento más importante es el respeto a la vida de las personas y condenó a los culpables. Y aunque el dictamen no le va a devolver la vida a Aura Rosa, tal vez su muerte no fue en vano: el jurado que condenó a los asesinos de la joven, es un ejemplo de que crímenes cometidos en base de prejuicios contra las lesbianas no deben quedar impunes. Es un avance en la defensa de los derechos humanos en Nicaragua.

Fuentes: Isabel Castillo de la Comisión Pro Derechos Humanos de Lesbianas y Homosexuales y la revista “Humanas”; Juanita Jiménez y Angela Rosa Acevedo de la comisión jurídica de la Red de Mujeres contra la Violencia. Tel: 249- 3607.